El mundo que nos rodea está repleto de misterios. Muchas experiencias que vivimos son imposibles de explicar de manera racional; ante esto, hay quienes por miedo las dejan pasar y siguen, y hay otros que se abren a este universo y buscan respuestas. O, al menos, se interesan por saber qué hay “mas allá”.

Es difícil concluir por qué genera tanto interés, pero cada vez hay más tucumanos en las redes sociales que intercambian relatos de experiencias sobrenaturales y, también, hay cada vez más grupos y páginas que comparten historias nuevas y clásicas sobre los rincones más peculiares de la provincia. Estamos frente a un nuevo fenómeno: lo paranormal en el internet.

“La historia que más me impactó fue la de unos chicos que fueron a andar en bici a San Javier. Mientras subían, se encontraron con una chica y ella empezó a andar con ellos; les llamaba la atención que la bici de la mujer era un modelo antiguo y ella no se cansaba al pedalear. Cuando llegaron al rulo, esta chica les dijo que quería mostrarles donde vivía; los quería conducir hacia una cueva, para mostrarles las paredes, que supuestamente estaban llenas de dibujos que pertenecían a otra civilización, pero se asustaron, retrocedieron y se fueron corriendo”, cuenta Walter Enrique Quevedo, administrador del grupo de Facebook “Historias Tucumanas”, que lleva algunos años en la red. Lo interesante es eso: las historias son de acá, suceden en Tucumán, y los usuarios las cuentan con nombre y apellido.

Gran interés y necesidad

El grupo de Walter no es el único. Está, por ejemplo, la página Tucumán Paranormal, un grupo que hace visitas a lugares “embrujados”, o “Mitos y leyendas del Valle”, una página (y radio online) que narra historias de los cerros. “Hay mucho interés por parte de la gente por este tipo de historias, y la única explicación que encuentro es que es algo innato, pero que recién ahora, a través de las redes, hemos aprendido a transmitir”, considera Walter.

Su grupo nació por necesidad. “Hacía falta un espacio donde se pudiera charlar sobre las diversas experiencias paranormales que las personas experimentaron en su vida”, asegura. Así, la comunidad fue creciendo y hoy hay 45.000 miembros. “Al principio muchos me mandaban sus historias para que yo las cuente, pero luego empezaron a hacerlo ellos”, añade.

EN PRIMERA PERSONA. Los relatos vívidos de los exploradores interesan a la audiencia, que acompaña en vivo cada transmisión.

“Yo creo que a la gente siempre le han interesado estos temas, pero al no haber espacios donde se puedan contar, el impacto de las historias era menor. Ahora, en cambio, con los grupos, la gente se está animando -explica Sergio Cruz, del sitio de historias sobrenaturales de los valles-. Además, lo paranormal le puede gustar a cualquiera. No hace falta que hayás vivido una experiencia así, quizá la escuchaste y la podés contar”.

Entretenerse y conocer

Sergio cree que esta clase de comunidades sobre lo misterioso logra dos cosas: entretener y dar a conocer Tucumán. Cuando él iba al secundario participó de un proyecto en el que contaba cuentos en diferentes escuelas y allí empezó a ver que las cuestiones paranormales interesaban mucho. “Cuando llegó la pandemia, un día vine a una habitación en la que tenía cosas guardadas y en una caja había unas historias de esa época. Transmití el audio por Facebook, la gente se empezó a enganchar y me explotó el perfil. Tuve que hacer la página, y así fue creciendo; abrí una linea de comunicación por Whatsapp y la gente empezó a sumar sus historias de los Valles, que tienen mucho para contar... Luego, personas de otras provincias fueron narrando sus experiencias”, comenta a LA GACETA.

Con su alcance, amantes de lo paranormal se interesaron en conocer la provincia. “Hay mucha gente que no conoce Tucumán ni los Valles. De alguna manera, la excusa es llevar los mitos y las leyendas para que la gente descubra, redescubra y valore estos lugares tan lindos que tenemos”, detalla.

“Yo creo que a los tucumanos les atrae escuchar estas historias y sentir miedo”, resume Sebastián Galbán, miembro activo de estos grupos y administrador de la página Exploradores Urbanos. “Hacemos Urbex paranormal (transmisiones en lugares dónde hay supuesta actividad paranormal) -explica-; en lugares abandonados, generalmente en casas de campo, caminos solitarios, puentes y rutas desoladas”.

Lo más buscado

Augusto Bellido es creador de Tucumán Paranormal, que también visita espacios abandonados y/o “embrujados”. Este es el contenido que más se viraliza.

“Lo nuestro es ir y mostrar el lugar donde pasan estas cosas. Incursionamos en cementerios, con permisos especiales, fuimos a casas abandonadas del campo, a escuelas, a ingenios -comenta-; vamos la ‘spirit box’, que es un equipo que hace ruido blanco. Nosotros preguntamos y, a través de ese ruido, podemos tener respuesta de los espíritus”.

Augusto cuenta que ha podido captar muchas voces y sonidos, que siempre quedan grabadas en los videos de las transmisiones. Incluso, muchas veces son sus seguidores quienes alertan sobre los sonidos extraños. “Nuestra primera voz captada en vivo fue en el cementerio de El Timbó. Estábamos casi finalizando la transmisión y la gente empezó a decirnos que se escuchaba la risa de un niño”, recuerda.

“Lo que más gusta es que es realidad; nosotros transmitimos en vivo, sin ninguna preparación. Por ejemplo, una vez fui al Rulo, que es el portal de misterio más grande que tiene la provincia, y transmití para la página. Las voces que capté ahí son realmente increíbles, de almas o algo que está dando vueltas. Y es todo real”, asevera.

“Impacta por la credibilidad: yo te estoy mostrando algo que está pasando en el momento -considera-; creo que la gente se ha volcado a esto porque se animaron a contar historias y a escucharlas, siempre y cuando las cuentes con respeto. Por ejemplo, cuando vamos a un lugar, hacemos una ofrenda de luz y pedimos permiso a las almas que están descansando”.

“Así como Tucumán tiene sus bellezas, también tiene historias oscuras”, resume. Y es así; esas historias, esas transmisiones, dan vuelta al mundo.